Alejo Indias Álvarez, aunque es catalán de adopción, nació en Don Benito (Badajoz) el 14 de Octubre de 1966.
Formado en las categorías inferiores del FC Barcelona, Alejo, defensa central aguerrido y contundente, fue uno de los titulares indiscutibles de la zaga celeste en la década de los 90.
Tras jugar en Barcelona B, llegó al Figueres en la temporada 1989-90, para formar parte de una de las mejores plantillas de la historia del Figueres, la que en la temporada siguiente, 1991-92 jugaría la promoción de ascenso a primera ante el Cádiz, compartiendo equipo con jugadores como Toni Jiménez, Gratacós, el ‘Lobo’ Carrasco, ‘Tintín’ Márquez, o el que sería después compañero suyo en el Celta, Tito Vilanova.
El Real Club Celta, que estaba de vuelta en primera en la temporada 1992-93, refuerza en el mercado de invierno la línea de centrales con la llegada de Alejo Indias.
Debutó con el Celta al poco de su llegada, en Balaidos frente al Tenerife, el 20 de diciembre de 1992.
Desde su entrada en el equipo, formó junto a Patxi Salinas, una pareja de centrales indiscutible durante varios años.
En las 5 temporadas que jugó en el Celta, disputó 158 partidos de liga en primera división. Su primer gol con la camiseta del Celta lo hizo en Balaidos el 10 de abril de 1994, en la victoria frente a la Real Sociedad (3-2).
Anotaría un total de 7 goles en liga en esas 5 temporadas, cifra destacable para un defensa, y que son fruto de su dominio del juego aéreo.
Tras su primera temporada en Vigo, el interés del Espanyol por su contratación, llegando a ofrecer 100 millones de pesetas, trajo en jaque al consejo, pues Chechu Rojo había renovado con la condición de que el club no se desprendiera de ninguno de los jugadores considerados importantes para el equipo, y Alejo era uno de ellos.
Pero Alejo siempre será recordado en la historia del Real Club Celta por lo que ocurrió la noche del 20 de abril de 1994 en el estadio Vicente Calderón de Madrid.
El Celta disputaba por segunda vez en su historia una final de copa.
Celta y Zaragoza jugaron 120 minutos y tuvo que ser, una vez más, la suerte de los penaltys la que nos recuerde qué injusto es el fútbol.
Alejo lanzaba el 5º penalty para el Celta, cogió carrerilla y soltó una patada, más al césped que al propio esférico, mientras el balón se acercaba tímidamente a las manos del meta Cedrún.
Luego, con Cañizares bajo palos, el "Paquete" Higuera se encargaba de destrozar la ilusión de miles de celtistas.
La mayoría de bolígrafos y micrófonos buscaron al «culpable» de la noche, a Alejo Indias, que inmediatamente se quitó el peso de encima: «Nada más fallar quise desaparecer, pero unos minutos después comprendí que no era el fin del mundo. Lo siento por los miles de personas que confiaron en mí. Les he fallado. Me repondré».
S.M. el Rey debió imaginar a un Alejo al borde del suicidio cuando le dio este mensaje a Txetxu Rojo en el palco: «Tienes que dar ánimos a ese chico, que está hundido». Rojo, conocedor de lo suyo contestó: «No es él el que me preocupa. Los hay más débiles en mi equipo».
Pero la historia de Alejo en el Celta no se terminó aquella noche, ya que seguiría siendo indiscutible, respetado, y ganándose el cariño de la afición, hasta que dejó el equipo al finalizar la temporada 1996-97.
Formado en las categorías inferiores del FC Barcelona, Alejo, defensa central aguerrido y contundente, fue uno de los titulares indiscutibles de la zaga celeste en la década de los 90.
Tras jugar en Barcelona B, llegó al Figueres en la temporada 1989-90, para formar parte de una de las mejores plantillas de la historia del Figueres, la que en la temporada siguiente, 1991-92 jugaría la promoción de ascenso a primera ante el Cádiz, compartiendo equipo con jugadores como Toni Jiménez, Gratacós, el ‘Lobo’ Carrasco, ‘Tintín’ Márquez, o el que sería después compañero suyo en el Celta, Tito Vilanova.
El Real Club Celta, que estaba de vuelta en primera en la temporada 1992-93, refuerza en el mercado de invierno la línea de centrales con la llegada de Alejo Indias.
Debutó con el Celta al poco de su llegada, en Balaidos frente al Tenerife, el 20 de diciembre de 1992.
Desde su entrada en el equipo, formó junto a Patxi Salinas, una pareja de centrales indiscutible durante varios años.
En las 5 temporadas que jugó en el Celta, disputó 158 partidos de liga en primera división. Su primer gol con la camiseta del Celta lo hizo en Balaidos el 10 de abril de 1994, en la victoria frente a la Real Sociedad (3-2).
Anotaría un total de 7 goles en liga en esas 5 temporadas, cifra destacable para un defensa, y que son fruto de su dominio del juego aéreo.
Tras su primera temporada en Vigo, el interés del Espanyol por su contratación, llegando a ofrecer 100 millones de pesetas, trajo en jaque al consejo, pues Chechu Rojo había renovado con la condición de que el club no se desprendiera de ninguno de los jugadores considerados importantes para el equipo, y Alejo era uno de ellos.
Pero Alejo siempre será recordado en la historia del Real Club Celta por lo que ocurrió la noche del 20 de abril de 1994 en el estadio Vicente Calderón de Madrid.
El Celta disputaba por segunda vez en su historia una final de copa.
Celta y Zaragoza jugaron 120 minutos y tuvo que ser, una vez más, la suerte de los penaltys la que nos recuerde qué injusto es el fútbol.
Alejo lanzaba el 5º penalty para el Celta, cogió carrerilla y soltó una patada, más al césped que al propio esférico, mientras el balón se acercaba tímidamente a las manos del meta Cedrún.
Luego, con Cañizares bajo palos, el "Paquete" Higuera se encargaba de destrozar la ilusión de miles de celtistas.
La mayoría de bolígrafos y micrófonos buscaron al «culpable» de la noche, a Alejo Indias, que inmediatamente se quitó el peso de encima: «Nada más fallar quise desaparecer, pero unos minutos después comprendí que no era el fin del mundo. Lo siento por los miles de personas que confiaron en mí. Les he fallado. Me repondré».
S.M. el Rey debió imaginar a un Alejo al borde del suicidio cuando le dio este mensaje a Txetxu Rojo en el palco: «Tienes que dar ánimos a ese chico, que está hundido». Rojo, conocedor de lo suyo contestó: «No es él el que me preocupa. Los hay más débiles en mi equipo».
Pero la historia de Alejo en el Celta no se terminó aquella noche, ya que seguiría siendo indiscutible, respetado, y ganándose el cariño de la afición, hasta que dejó el equipo al finalizar la temporada 1996-97.
Cuando se cumplían 15 años de la final, el Faro de Vigo entrevistó a Alejo, a quien le preguntaban como llevaba el que siempre le recuerden por el famoso penalti, y él decía lo siguiente:
"Es lógico. He sido un profesional del fútbol y eso significa que sucedan estas cosas. El penalti lo fallé porque llegué allí con el Celta y eso es lo que realmente me importa. Viví cosas importantes en Vigo, alcanzamos aquella final y tuve la desgracia de fallar el penalti decisivo. Entiendo que la gente me recuerde por eso, pero también es un motivo de orgullo".
Tras dejar Vigo, jugaría con el Elche en segunda división.
Sus últimas temporadas en activo estuvo jugando en el Sant Andreu de la Barca de 2ª Regional catalana, club en cuyas categorías inferiores juega su hijo. Después fue entrenador del mismo equipo y actualmente es coordinador del futbol base.
TRAYECTORIA
1987-89 FC Barcelona B
1989-92 UE Figueres
1992-97 RC Celta
1997-01 Elche CF
TRAYECTORIA EN EL CELTA
1992-93 RC Celta 21partidos / 0 goles
1993-94 RC Celta 34 partidos / 2 goles
1994-95 RC Celta 35 partidos / 1 gol
1995-96 RC Celta 40 partidos / 2 goles
1996-97 RC Celta 28 partidos / 2 goles
TOTAL CON EL CELTA EN LIGA 158 partidos / 7 goles
UNO DE SUS GOLES CON EL CELTA
Categories:
1992-93,
1993-94,
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